1. Introducción a la anticoncepción.Icono de trama redondeado de espermicida — Foto de Stock #90410592

La adolescencia es la época en la que se inician la mayoría de las relaciones sexuales y ello implica dos fenómenos: la posibilidad de embarazo y la posibilidad de transmisión de enfermedades. Para evitarlo disponemos de dos tipos de métodos, por un lado los métodos barrera o preservativos que nos protegen tanto de embarazo como del contagio de enfermedades, y por otro lado tenemos los anticonceptivos hormonales (de administración oral en forma de pastilla, anillos vaginales, parches transdérmicos, varilla subdérmica, DIU-Mirena) o los no hormonales como el DIU-Cu. Se aconseja el uso de preservativo (femenino o masculino) siempre ya que es el único método que previene de la transmisión de enfermedades sexuales, pero sobretodo al principio de las relaciones sexuales, cuando los cambios de pareja son más frecuentes y no se establecen relaciones estables con una sola persona o cuando sea conocido que uno de los componentes de la pareja tiene alguna enfermedad de transmisión sexual.

A pesar de que los jóvenes tienen fácil acceso a la información esta suele ser muy superficial y se desconocen los métodos anticonceptivos y además hay una gran cantidad de creencias falsas acerca de estos fomentadas por la sociedad no médica. En el año 2010 según datos del INE, la tasa de embarazo de mujeres entre 15-19 años fue de 23.36 por mil, la proporción de abortos fue del 54%. Un embarazo no deseado en la adolescencia (10-19 años) supone un acontecimiento no esperado cuando aún no se ha alcanzado la madurez mental para aceptarlo. Las consecuencias son por tanto:

– La separación de la pareja, ya que en general son embarazos fruto de relaciones inestables, o en caso de se induzca el matrimonio este acabará en divorcio en el 75% de los casos.

– Menos posibilidades para que la madre alcance la completa formación académica con lo que abandonará prematuramente sus estudios lo  que a su vez genera un pronóstico económico sombrío.

– En caso de que se decide dar al recién nacido en adopción en el momento del nacimiento esto genera a larga sentimiento de angustia y culpabilidad que van a marcar la psique de la madre.

– En caso de que se opte por la interrupción legal del embarazo las consecuencias a nivel psicológico en la madre también afectan en la mayoría de los casos su personalidad induciendo incluso a trastornos psicológicos.

Por todos estos motivos es necesario que la formación de los adolescentes sobre anticoncepción sea la adecuada.

 

2. Los anticonceptivos hormonales combinados:

Hoy nos centraremos en los métodos anticonceptivos hormonales, sobretodo en las pastillas anticonceptivas combinadas que son el método anticonceptivo por excelencia utilizado entre las adolescentes. La anticoncepción hormonal combinada (AHC), es reverible, de alta eficacia y seguridad reconocida en una mujer sana. Se llaman combinados porque contienen dos tipos de hormonas: los estrógenos y los gestágenos. Dentro de cada grupo hay una amplia variedad de preparados según si se buscan otras acciones biológicas además de la anticonceptiva como por ejemplo reducir el acné, el exceso de bello, etc.  La pauta más conocida de administración de estos anticonceptivos es la vía oral  (pastillas anticonceptivas) pero también existen en forma de anillo vaginal y parches transdérmicos.

 

Ventajas de los anticonceptivos hormonales combinados independientemente de su vía de administración:

– Alta eficacia anticonceptiva.

– Rápida reversibilidad a la fertilidad tras su abandono.

– Corrección de ciclos irregulares, reducción de acné, seborreao hirsutismo.

– Reducen el dolor premenstrual y el dolor pélvico en las pacientes con endometriosis.

– Efecto protector frente al cáncer de ovario, colo-rectal y endometrio.

 

Inconvenientes:

– Es necesario el correcto cumplimiento para aprovecharse de sus ventajas.

–  Tienen efectos secundarios. Dedicaremos un apartado especial a los efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales combinados.

 

2.1 Efectos secundarios e inconvenientes de los anticonceptivos hormonales combinados:

– Aumentan 5 veces el riesgo de trombosis pero teniendo en cuenta el bajísimo riesgo que tiene una adolescente de tener una trombosis, el riesgo final por estar tomando anticonceptivos sigue siendo muy bajo (0.05% de posibilidades de tener una trombosis). Este riesgo de trombosis que provocan los anticonceptivos es menor que el riesgo de trombosis que genera un embarazo. Por este motivo las mujeres que tienen migrañas con aura o trombofilias familiares (ambas condiciones generadoras de un estado favorecedor de la trombosis) no pueden tomar anticonceptivos combinados. Aún así se aconseja utilizar dosis bajas de estrógenos y gestágenos de menor riesgo trombótico como el Levonorgestrel para que el riesgo de trombosis entre las usuarias sea mínimo.

– Aumentan el riesgo de cáncer de mama: respecto a esto los estudios existentes ofrecen resultados desiguales con datos controvertidos. Parece ser que existe 1.24 veces más riesgo de padecer cáncer de mama y este riesgo desaparece tras 10 años de abandonar el uso de anticonceptivos.  No obstante, el aumento del riesgo es tan bajo que no está contraindicado el uso de anticonceptivos en mujeres con antecedentes de primer grado de cáncer de mama.

– Parece ser que en las adolescentes que aún no han alcanzado su pico de masa ósea los anticoceptivos hormonales de baja dosis de estrógenos (20 mcg o menor) podrían influenciar sobre la densidad mineral ósea (DMO) por lo que resulta recomendable evitar las bajas dosis de estrógenos en adolescentes en esta situación y especialmente en aquellas que presenten otros factores de riesgo asociados como  el uso de corticoides o trastornos de la conducta alimentaria. A pesar de la supuesta influencia sobre la DMO se desconoce el impacto sobre el riesgo de fractura ósea porque no hay estudios al respecto.

– Síntomas secundarios que son pasajeros como: dolor de pecho, dolor de cabeza, molestias gastrointestinales, etc.

– Interacciones medicamentosas: hay algunos fármacos que pueden reducir la eficacia de los anticonceptivos y que cuando se tomen conjuntamente se debe utilizar un método anticonceptivo de barrera para evitar el embarazo.

– No protegen frente a las infecciones de transmisión sexual motivo por el que en jóvenes se aconseja el uso del conocido «doble método» que consiste en utilizar al mismo  tiempo anticonceptivos hormonales y preservativo.

– Requiere participación sanitaria. Debe ser el médico quien estudie detalladamente a la paciente y decida si puede tomar anticonceptivos hormonales y cuáles serían los más adecuados.

– Existen falsas creencias sociales. «engordan», «aumentan el vello», producen cáncer», «después no te puedes quedar embarazada» y será función del personal sanitario luchar contra ellas para ofrecer a las usuarias una información veraz. Los estudios realizados no demuestran ninguna relación entre el uso de anticonceptivos y el aumento de peso. Actualmente no existen evidencias que demuestren que la esterilidad esté aumentada en las usuarias de anticonceptivo. Las dudas respecto al cáncer ya han sido aclaradas en apartados anteriores.

 

Sara Cholvi Camarasa

NºC: 23143

Residente de 4º año

Ginecología y Obstetricia

Hospital Clínico de Valencia

 

 

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