¿Qué son la laparoscopia y la cirugía abierta?

La cirugía laparoscópica o cirugía «mínimamente invasiva» es un tipo de cirugía relativamente reciente que consiste en acceder al interior del cuerpo  humano a través de instrumentos para diagnosticar y tratar enfermedades. Se utiliza sobretodo en cirugías ginecológicas e intestinales. Aunque parece algo novedoso, desde los  principios de la medicina el ser humano se ha  esmerado en crear este tipo de instrumentos pero ha sido en las últimas décadas cuando ha avanzado enormemente con el crecimiento de las nuevas tecnologías.

Por el contrario, la cirugía abierta es la cirugía tradicional en la que se accede al interior del cuerpo humano a través de una incisión en la piel lo suficientemente grande como para que exponga una visión completa de los órganos relacionados con el procedimiento.

La cirugía laparoscópica usa varias incisiones en la piel de muy pequeño tamaño (suelen ser inferiores a 1 cm). A través de ellas se introduce una cámara tubular llamada laparoscopio que nos permite ver a través de una pantalla lo que hay dentro del abdomen y también se introducen los instrumentos: pinzas, tijeras y otros aparatos muy pequeños que permiten manipular las vísceras internas. Al iniciar el procedimiento, el abdomen se infla con un gas llamado dióxido de carbono para proporcionar al cirujano un espacio de trabajo y visibilidad. Los instrumentos tienen una forma alargada adaptada para que quepan a través de estas pequeñas incisiones y se obtengan los mismos resultados que con la cirugía abierta.

 

¿Cuáles son las ventajas de la cirugía laparoscópica frente a la cirugía abierta?

En comparación con la cirugía tradicional abierta, los pacientes sienten menos dolor después de la cirugía lo que hace que la recuperación sea más rápida. También hay menos complicaciones relacionadas con la cicatrización de la herida ya que utiliza incisiones muy pequeñas y es más difícil que se infecten, que se abran o que sangren.

Los médicos exigen cada día mejorar más la calidad de vida de las pacientes. Esto no es posible sin la introducción de tecnologías que permitan realizar cirugías mínimamente invasivas.  La laparoscopia representa actualmente en forma integral la mínima invasión en cirugía ginecológica.

Además la laparoscopia permite visualizar tejidos y órganos que antes eran imposibles de ver con tanta precisión y nitidez, lo que hace que la cirugía sea limpia y con sangrado escaso.

Un ejemplo: la histerectomía es un procedimiento que realizamos los ginecólogos rutinariamente y que consiste en quitar el útero. Cuando utilizamos la cirugía abierta las pacientes tienen hospitalizaciones de 3 a 6 días y hasta 6 semanas de convalecencia. En cambio, la histerectomía laparoscópica tiene ingresos hospitalarios de 1 o 2 días, con recuperación total a las actividades diarias en 1-2 semanas.

 

¿Cuáles son las desventajas de la cirugía laparoscópica?

Las mayores desventajas vienen dadas por la técnica en sí, y son la pérdida de la libertad de los movimientos, la necesidad de operar basándose en una imagen de 2 dimensiones (se opera viendo una pantalla) y la pérdida de la percepción de la textura y resistencia de los órganos. Para superar esto se requiere un entrenamiento adecuado en simuladores virtuales que incluso indican al cirujano cómo y por qué se equivocó en la maniobra que está realizando. En cambio en la cirugía abierta no existen estos simuladores y el cirujano aprende poco a poco con cada paciente.

 

¿Es segura la cirugía laparoscópica?

La cirugía laparoscópica es tan segura como la cirugía tradicional abierta en manos de un cirujano experto. Toda cirugía tanto abierta como laparoscópica implica un cierto riesgo de complicaciones relacionadas con la anestesia, hemorragias o infecciones. El riesgo de toda operación lo determina en parte la naturaleza de la cirugía en sí (si hay que quitar parte o la totalidad de un órgano, si es un paciente con cáncer o no) pero también influye  la salud general de la persona y otros problemas médicos que van a modificar el riesgo de cualquier operación. Toda cirugía por simple que parezca puede complicarse, por eso es importante determinar bien el riesgo quirúrgico de cada persona y realizar una cirugía cuando esta esté realmente indicada.

 

¿Se puede operar todo por laparoscopia?

Desgraciadamente no. Existen enfermedades sobretodo cánceres que debido a su extensión no permiten el correcto estudio y tratamiento de ciertas zonas inalcanzables para la laparoscopia. En estos casos se recurre a la cirugía abierta. En otras ocasiones de enfermedades benignas debido al tamaño de la enfermedad genera problemas para extraerlo del abdomen a través de esas pequeñas incisiones y también se solucionan mediante cirugía abierta.

Por todo lo explicado anteriormente la laparoscopia se ha convertido en la forma de abordaje de elección siempre que sea posible.

 

 

Sara Cholvi Camarasa

NC: 23143

Residente de 4º año

Ginecología y Obstetricia

Hospital Clínico Universitario de Valencia

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