El embarazo es un momento especial para la vida de una mujer, marcado por muchos cambios exteriores y también a nivel orgánico.
En este artículo vamos a examinar los cambios fisiológicos del embarazo por aparatos.
1- Peso corpóreo:
La mujer embarazada aumenta de peso pero no debe engordar. La leyenda que haya que comer por dos es solo una leyenda, lo que tiene que hacer la mujer embarazada es mantener una dieta equilibrada. En general se considera normal en una mujer normopeso un aumento ponderal de alrededor de 10-11 kg. En cuanto a las mujeres obesas o con patologías añadidas hay que individualizar en cada caso, pidiendo consejo a la matrona,al tocólogo y al endocrinólogo.
2- Aparato respiratorio:
En la segunda parte del embarazo el útero aumenta su tamaño y eso produce una elevación del diafragma, el músculo de la respiración, por lo que los movimientos respiratorios se hacen más difíciles y para conseguir una respiración profunda es necesario utilizar la musculatura costal. Todo eso puede producir disnea, es decir, dificultad respiratoria, sobre todo con los esfuerzos.
3- Aparato genital:
Todo el aparato genital femenino sufre profundas modificaciones: el útero aumenta de tamaño, en el último trimestre de embarazo pueden empezar las contracciones de Braxton-Hicks y al final del embarazo contracciones que producen modificaciones en el cuello del útero para preperarlo al parto. La vagina, gracias a los estrógenos, adquiere más vascularización y elasticidad para favorecer el paso del feto por el canal vaginal.
El cambio que más alarma a las embarazadas es la modificación del flujo vaginal. En el embarazo las secrecciones vaginales aumentan y se vuelven más blanquecinas pero sino hay sintomas como prurito o escozor , tiene que considerarse fisiológicas. El embarazo predispone a las infecciones vaginales por el cambio del pH debido a las hormonas presentes en el embarazo, por lo que hay que cuidar la zona vaginal para prevenirlas, por ejemplo usando compresas y ropa de algodón no apretada.
4- Sistema cardiovascular:
La presencia del feto requiere un aumento del gasto cardiaco, es decir el volumen de sangre que el corazón bombea en cada minuto. La tensión arterial queda invariada o disminuye por la vasodilatación propia del embarazo por lo que se pueden producir mareos. Se considera patológica un tensión arterial mayor de 140/90 mmHg en tres tomas separadas por 10 minutos en situación de reposo y tranquilidad. Al final del embarazo, por el aumento del útero y la presión sobre el diafragma (ya explicada en el apartado “aparato respiratorio”) pueden producirse episodios de taquicardia. La frecuencia cardiaca en el embarazo aumenta de 10-15 latidos por minuto.
5- Aparato gastrointestinal:
La progesterona reduce la motilidad intestinal para aumentar al máximo la absorción de nutrientes, produciendo a cambio síntomas gastrointestinales como el estreñimiento y náuseas. El aumento del tamaño del útero desplaza las asas intestinales y el estómago, produciendo dificultad digestiva y reflujo gastroesofágico.
6- Sistema endocrino:
Las glándulas endocrinas como páncreas y tiroides pueden aumentar de tamaño o disminuir su función. Por eso, a lo largo de la gestación, se pedirán analíticas y pruebas para descartar patologías como hipotiroidismo y diabetes gestacional.
7- Piel y aparato muscular:
En el embarazo puede aparecer un aumento de la pigmentación cutánea, incluso a nivel facial (cloasma) . Puede aparecer además una línea más oscura desde el ombligo al pubis. Las estrias son características, sobre todo a nivel mamario y abdominal como el aumento de pigmentación de los pezones y de las areolas. El peso del embarazo puede poner a prueba la musculatura lumbar y puede aparecer lumbago y pubalgia. Es importante un calzado adecuado, cambios de posición frecuentes y evitar muchas horas de pie.
8- Aparato urinario:
El embarazo desplaza los ureteres y la vejiga, la progesterona disminuye la contracción vesical y ureteral. Las vías urinarias se dilatan. Todo eso predispone a cólicos nefríticos e infecciones urinarias que se manifiestan con aumento de la frecuencia miccional asociada a dolor y escozor con la micción y sensación de no haber vaciado totalmente la vejiga. Si tienes estos síntomas es necesario que acudas a tu médico de cabecera o a tu tocólogo para una valoración y un tratamiento adecuado. Hay que remarcar que el aumento de la frecuencia miccional sin otros síntomas añadidos es fisiológico en el embarazo. Los estrógenos favorecen la retención de sodio y líquidos que puede provocar edemas sobre todo en las extremidades inferiores.
9- Sistema nervioso:
Los cambios hormonales del embarazo afectan también a la esfera psíquica. En el primer trimestre de embarazo es típico un estado de ansiedad y miedo por la gestación. El segundo trimestre está caracterizado por la establidad emocional y en el tercer trimestre puede aparecer cansacio y apatia.
El embarazo es un périodo de la vida rico en cambios que hay que conocer y vivir con conciencia y tranquilidad.
Dra Zolfaroli Irene
Col. 24095
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