CONCEPTO
La palabra dismenorrea procede del griego (dys: difícil, mens: mes, y rhoia: flujo), cuyo sentido literal es «flujo menstrual difícil», aunque en la clínica ginecológica se refiere a períodos menstruales dolorosos. El dolor, de mayor o menor intensidad durante la menstruación, se puede considerar un desorden ginecológico común en mujeres en edad reproductiva: la gran mayoría de ellas han tenido menstruaciones dolorosas o molestas en algún momento de su vida.
Es interesante destacar la dismenorrea en la adolescencia, la cuál puede suponer un trauma psíquico capaz de interferir en el estado emocional y la actividad social. Es una de las principales causas de absentismo escolar y laboral en mujeres adolescentes y jóvenes. El dolor menstrual es uno de los motivos más frecuentes de consulta tanto en ginecología como en pediatría.
FRECUENCIA
La tasa de dismenorrea varía entre un 20 y un 60%, siendo de carácter severo en un 10-15%. La edad más frecuente de inicio es cercana a la primera menstruación, en torno a los 16-18 años, con una incidencia máxima a los 20 años.
Algunos autores defienden que únicamente un 15-20% de las pacientes adolescentes afectadas consultan por este trastorno. Esto puede reflejar el hecho de que la mujer acepta este trastorno menstrual como algo normal, recurriendo a métodos no farmacológicos para aliviar los síntomas.
La actividad física se ha asociado con una menor prevalencia, sobretodo en mueres atletas. En cambio, el sobrepeso, malos hábitos alimentarios o el estrés se valoran como influyentes en los períodos dolorosos.
CLASIFICACIÓN
– DISMENORREA PRIMARIA
Es aquella que se considera fisiológica, es decir, que no es atribuible a ninguna anomalía ni patología orgánica específica. La dismenorrea se asocia a los ciclos menstruales ovulatorios ya establecidos, por lo que suele aparecer tras uno-tres años tras las primeras menstruaciones.
El dolor suele iniciarse dentro de las primeras horas del comienzo de la menstruación, alcanzando su máximo el primer día y terminando a las 24-48 horas. En ocasiones puede ir acompañado de síntomas sistémicos como dolor de cabeza, vómitos, diarrea, sensación de cansancio. etc. Habitualmente es un dolor pélvico, pero puede irradiarse hacia la zona inguinal, lumbar e incluso a la parte alta de los muslos. En la dismenorrea primaria, el examen pélvico es normal. La dismenorrea de la adolescente es, salvo situaciones excepcionales, primaria y funcional.
– DISMENORREA SECUNDARIA
El dolor se debe a alguna anomalía o enfermedad pélvica específica, y en la exploración se suele identificar alguna patología orgánica.
Sus principales causas están relacionadas con alteraciones pélvicas ginecológicas como endometriosis, adenomiosis, enfermedad pélvica inflamatoria, pólipos, miomas, quistes ováricos o malformaciones uterinas. También puede deberse a alteraciones en otros sistemas, como el sistema urológico, el gastrointestinal o el músculo-esquelético.
Aparece tardíamente en la vida reproductiva de la mujer, y a veces después de años de ausencia de dolor menstrual. El dolor es más continuo y persistente y puede alargarse de dos a tres días.
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