Actualmente, los tumores ginecológicos se han convertido en un grupo de enfermedades con una alta prevalencia, esto se debe sobre todo al aumento del diagnóstico del cáncer de mama y su tratamiento precoz.

El manejo de estas patologías ha ido evolucionando a lo largo de las últimas décadas, y ha experimentado cambios importantes en los últimos cinco años, teniendo en cuenta de forma personalizada la situación clínica de cada paciente.

Cáncer de mama:

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, (a excepción de los tumores cánceres de piel no melanomas).

La incidencia de cáncer de mama aumenta con la edad. En los países desarrollados, una de cada ocho mujeres desarrollará un cáncer de mama antes de los 75 años.

Si se detecta a tiempo, es una enfermedad de relativo buen pronóstico, con una supervivencia de 78% a los cinco años en los países desarrollados.

Esto se debe a los programas de cribado (mamografía), la mejoría de los tratamientos y, a la terapia multimodal. Por este motivo, desde la década de los 80  observamos una disminución de la mortalidad.

Cáncer de endometrio-útero:

Es el cáncer más frecuente del tracto genital femenino en los países desarrollados. La edad media del diagnóstico es la sexta década, tras la menopausia.

Globalmente es el cuarto cáncer más frecuente en la población femenina, tras el cáncer de mama, pulmón y colon.

En las fases iniciales suele dar síntomas. Por lo que en el momento del diagnóstico la mayoría de los tumores se encuentran en fases más iniciales, lo que explica los buenos resultados de supervivencia a los 5 años (83%-90%).

Cáncer de cuello de útero:cito

En España el cáncer de cérvix ocupa el sexto lugar tras el de mama, colorrectal, estómago, endometrio y ovario.

Las comunidades autónomas de menor incidencia son Navarra y Aragón, y la de mayor incidencia es Baleares (Mallorca).

La edad media del diagnóstico es de 48 años, aunque aproximadamente el 47% de las mujeres con cáncer de cérvix se diagnostica antes de los 35 años.

La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es la más frecuente de transmisión sexual, y es el principal agente causal.

La citología cervical (cribado) ha demostrado claramente su eficacia ya que, ha conseguido reducir en un 70-80% la incidencia y la mortalidad del cáncer de cuello de útero.

Cáncer de ovario:

El cáncer epitelial de ovario es la segunda neoplasia del aparato genital femenino en frecuencia, tras el cáncer de endometrio. Sin embargo, es la principal causa de mortalidad por cáncer ginecológico.

Representa el 4,5% de todos los cánceres, suponiendo la sexta causa de muerte por cáncer en la mujer occidental.

La alta mortalidad se debe a que la mayoría de pacientes (70-80%) se diagnostican en estadios avanzados, ya que no existe un buen método de cribado ni tampoco un cuadro de presentación característico.

El cáncer de ovario es una enfermedad más frecuente en las mujeres postmenopaúsicas, con la máxima incidencia entre los 50 y 75 años.

 

Cáncer de vulva:

Los tumores malignos de la vulva son poco frecuentes, representan aproximadamente el 5% de la patología ginecológica. Su incidencia es inferior al 3 por 100000 mujeres/año, aumenta con la edad, siendo más prevalente alrededor de los 65 años.

Tiene una clara asociación con el virus del papiloma humano, aunque su origen es desconocido.

Su tratamiento se basa principalmente en la cirugía, pero un grupo de pacientes suelen requerir radioterapia y/o quimioterapia.

Cáncer de vagina:

Representa el 3% de todos los cánceres del tracto genital femenino. Aproximadamente 1 de cada 100000 mujeres son diagnosticadas. La mayoría de estos tumores suele diagnosticarse en etapas iniciales.

La edad media al diagnóstico es de 60 años.

 

Dra. Juárez nº colegiado: 23577

 

 

 

 

 

 

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