¿Qué es la hipoxia fetal?

Se llama hipoxia fetal al déficit en el aporte de oxigeno a los órganos fetales debido al deterioro en el intercambio gaseoso a través de la placenta. Si esta condición se mantiene en el tiempo, avanza hacia el estado de acidosis hipóxica. Ambas situaciones aumentan el riesgo de enfermedades neonatales tales como la encefalopatía hipóxico-isquémica, parálisis cerebral y otras.

Denominamos “sospecha de pérdida del bienestar fetal” como la presencia de signos y síntomas clínicos sugestivas de acidosis hipóxica. La finalidad del control fetal intraparto es la detección de estos signos y síntomas para poder aplicar medidas efectivas encaminadas a prevenir la morbi-mortalidad perinatal que pueden derivarse de ellas.

 

 

Monitorización intraparto

En condiciones normales, la monitorización del bebé intraparto se realiza con el registro cardiotocográfico (RCTG). Cuando el RCTG es no tranquilizante, se puede recurrir a la toma de pH de calota fetal. Éste es un procedimiento mediante el cual se toma una pequeña gota de sangre del cuero cabelludo del bebé para analizarla y medir los parámetros del equilibrio ácido básico (pH, bicarbonato…). Estos valores ayudan al obstetra a discernir aquellos fetos que necesitan una extracción inmediata de aquellos que no están en situación de acidosis.

 

Toma de pH de calota fetal

En general, se recomienda realizar una toma de pH de calota fetal cuando el RCTG sea patológico o cuando la estimulación de la cabeza fetal no produce aceleraciones en el RCTG.

Este procedimiento esta contraindicado si la embarazada presenta infecciones como VIH, VHC, VHC…, si se trata de un feto pretérmino de menos de 34 semanas de edad gestacional o si se sospecha que el feto pueda tener alguna enfermedad de la sangre tipo hemofília.

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Una vez se obtiene el resultado del pH de calota fetal, se actúa en consecuencia:

  • pH > 7.25: indicador de bienestar fetal. Repetir sólo si el CCTG continúa siendo no tranquilizador.
  • pH 7.20-7.25: parar la perfusión de oxitocina y colocar a la paciente recostada sobre el lado izquierdo. En caso que exista un aumento en la frecuencia o duración de las contracciones, frenarlas. Se repetirá el pH en 15-20 minutos.
  • pH <7.20: extracción fetal inmediata por la vía más rápida (vaginal o cesárea).

 

No obstante, ante un RCTG patológico, siempre se debe de individualizar el caso y actuar según las condiciones cervicales y la situación clínica de la paciente y del feto.

 

Dra. Isabel Moscardó i Chàfer

Residente de 3º año de Ginecología y Obstetrícia.

Número de colegiado: 23461.

Hospital Clínico Universitario de Valencia.

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