Lo primero que hay que tener claro es que estar embarazada no implica estar enferma, y por tanto hay muchas cosas del día a día que se pueden seguir haciendo, como viajar o hacer deporte.

Viajar

El primer inconveniente que se encuentra al viajar en avión (no así en otros medios de transporte) es la limitación de las compañías aéreas. A partir de las 28 semanas de embarazo, se exige un informe del obstetra indicando la ausencia de complicaciones previsibles durante el vuelo y la fecha probable de parto. De las 36 semanas (32 si es múltiple)  en adelante, se recomienda no volar.

El hecho de subir a un avión, no supone un riesgo ni para la madre ni para el feto. Tampoco aumenta la probabilidad de ponerse de parto. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cuestiones:

  • Mantener una hidratación abundante, dado que la humedad en el ambiente es más baja en la cabina del avión.
  • El embarazo en sí mismo aumenta el riesgo de edemas en las piernas y trombosis, por lo que no es recomendable permanecer mucho tiempo sentada. Es recomendable pasear por la cabina, e incluso el uso de medias de compresión si el vuelo dura más de 4 horas.
  • En el primer trimestre, en caso de haber sufrido abortos o un embarazo ectópico, es recomendable realizar una ecografía antes del viaje, para comprobar que todo va bien.
  • Pasar el control de seguridad en el aeropuerto supone el uso de los escáneres corporales. Estos tienen un nivel de radiación incluso menor que un teléfono móvil, por lo que no suponen un problema para el feto.

¿Dónde viajar? Antes de elegir destino, es conveniente saber que:

  • Por las condiciones ambientales, es mejor no viajar a lugares situados a una altitud superior a 3000 metros.
  • La Organización Mundial de la Salud recomienda evitar áreas endémicas de hepatitis o malaria (y en caso de hacerlo deberá administrarse profilaxis).
  • Para viajar a algunos países es necesario ponerse determinadas vacunas. La mayoría pueden administrarse en el embarazo, pero algunas (como la fiebre amarilla) no.

Aunque se considera que el momento más seguro para viajar es el segundo trimestre de gestación, se puede hacer en cualquier momento, siempre teniendo en cuenta las limitaciones  relativas al destino y el medio de transporte. Si se ha sufrido algún problema durante el embarazo, debe ser el obstetra el que informe de la conveniencia y los riesgos del viaje.

Deporte

El deporte no solo no es malo durante la gestación, si no que se recomienda practicarlo, siempre teniendo en cuenta las circunstancias especiales de la mujer gestante y las limitaciones personales. Hay que elegir la forma de hacer ejercicio con sentido común, evitado por ejemplo, los deportes de contacto o el levantamiento de grandes pesos (el buceo tampoco debe realizarse durante la gestación).

Entre los beneficios del deporte, se encuentra la disminución de la fatiga, los edemas en las piernas o las varices. Las gestantes que sufren diabetes mejorarán sus controles glucémicos. Por otra parte el cuerpo estará más preparado el esfuerzo del parto, e incluso el recién nacido soportará mejor los pujos.

Al realizar deporte hay que tener en cuenta dos circunstancias particulares:

  • Tanto el embarazo como la actividad física aumentan la temperatura corporal, por lo que es necesaria una buena hidratación y evitar ambientes calurosos y húmedos.
  • El riesgo de hipoglucemia, que puede ser evitado con un consumo adecuado de calorías o limitando el tiempo de ejercicio a 45 minutos. Deben tener especial cuidado aquellas gestantes que sufran diabetes y mantener controles glucémicos adecuados.
  • Si se sufren problemas durante la gestación como sangrado, tensión arterial alta, acortamiento cervical, placenta previa, anemia grave… es recomendable evitar cualquier esfuerzo físico intenso y en cualquier caso, consultar al obstetra antes de realizarlo.

Tras el parto, a no ser que el ginecólogo recomiende reposo por circunstancias particulares, se puede comenzar a realizar deporte de forma paulatina. Es recomendable el inicio prematuro de los ejercicios de suelo pélvico, que reducirán complicaciones como la incontinencia urinaria a largo plazo.

Dra. Sandra Ruiz Vegas (Nºcol 23873)
Médico residente Ginecología y Obstetricia
Hospital Clínico Universitario Valencia
Leave a reply