¿Qué es?
En el segundo trimestre del embarazo, entre la semana 20 y 22 se realiza a todas las embarazadas una ecografía de rutina llamada ecografía de las 20 semanas o también llamada ecografía morfológica. En ella se realiza un estudio detallado de la anatomía y el crecimiento fetal, pudiendo diagnosticar anomalías en su desarrollo.
¿Cómo se efectúa?
Es una ecografía normal, que se realiza sobre el abdomen de la embarazada mientras está tumbada. No es necesario realizarla en ayunas, ni beber agua previamente, como requieren las ecografías pélvicas. Su duración oscila entre 15 y 30 minutos.
¿Qué objetivos se persiguen con esta ecografía?
- Determinar la vitalidad y frecuencia cardiaca.
- Confirmar o reevaluar la edad gestacional y el correcto crecimiento fetal. Se realiza una biometría fetal tomando habitualmente como referencia tres medidas: una de la cabeza (diámetro biparietal), la circunferencia abdominal y la longitud del fémur. Cada una de estas medidas se compara con una tabla de referencia en semanas y con la media de las tres se calcula el tiempo del embarazo y una estimación del peso.
- Valorar la placenta y el líquido amniótico
- Valorar el desarrollo normal de los diferentes órganos y sistemas y detectar anomalías de la anatomía fetal (cabeza, cara, cuello, tórax, corazón, abdomen, riñones y vejiga, columna vertebral, diafragma, extremidades superiores e inferiores, y los genitales externos, por lo que podremos conocer el sexo del bebé).
Si se diagnostica alguna o varias malformaciones te explicaremos la relevancia, el pronóstico y las posibilidades de tratamiento, así como la planificación del seguimiento y la conveniencia o no de realizar otras pruebas para completar el estudio.
¿Qué limitaciones tiene?
Un examen morfológico «normal» no garantiza al 100% la normalidad del feto. La ecografía morfológica, es una técnica que permite visualizar el feto y su entorno (placenta, líquido amniótico, etc.). Aunque orienta sobre la condición fetal, no tiene por si sola un valor absoluto para asegurar el bienestar fetal. La ecografía puede informar de la existencia de posibles marcadores de cromosopatías y anomalías morfológicas físicas pero desgraciadamente existen defectos congénitos de otra naturaleza (bioquímicos, metabólicos, genéticos, cromosómicos, psíquicos, etc.) que no se pueden ver en una ecografía.
También se debe tener en cuenta que la precisión de la técnica depende de múltiples factores como: de las semanas de embarazo (más fiable alrededor de la semana 20-24), el tipo de anomalías (algunas tienen poca o nula expresividad ecográfica), de la gestante (la obesidad y la escasez de líquido amniótico, entre otros, pueden dificultar la exploración.) o de la propia posición fetal.
Recomendaciones para el estudio e información asistencial
– Es conveniente que no te pongas cremas ni aceites en el abdomen unos días antes para tener mejor calidad de imagen.
– Toma algo dulce antes de hacerte la ecografía para que el feto esté más activo.
– Podrá pasar contigo un acompañante durante la prueba.
– Cuando vengas a su realización te daremos a leer para que firmes un consentimiento informado donde se explica en qué consiste y lo que se puede obtener con esta prueba.
-Esta ecografía realiza un rastreo minucioso y protocolizado de la anatomía fetal, como ya se ha comentado anteriormente, por lo que es esperable que durante la prueba el obstetra esté concentrado tomando medidas y no significa necesariamente que esté viendo algo patológico.
– Te entregaremos al final un informe completo con los resultados de la prueba y fotos en papel de las imágenes.
A continuación os muestro algunas imágenes de la ecografía de semana 20.
Dra. María Sebastián Alfaro
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