El retraso del crecimiento intrauterino (RCIU) es una condición en la que el crecimiento del bebé se ralentiza o cesa cuando se encuentra en el útero.

Es parte de un grupo más amplio – fetos pequeños para edad gestacional (PEG) – que incluye fetos que no han logrado alcanzar su potencial de crecimiento y fetos que son constitucionalmente pequeños

 

Diagnóstico de un pequeño feto de edad gestacional y restricción del crecimiento fetal:

El diagnóstico de feto PEG/RCIU se realiza mediante ecografía. Se calcula el peso fetal estimado (PFE), y si al compararlo con tablas poblacionales corresponde con un percentil menor a 10, estamos ante una restricción del crecimiento fetal. El diagnóstico de sospecha puede hacerse con la medición de la altura uterina con una cinta métrica (que se suele realizar en las visitas a la matrona), debiéndose de confirmar mediante el cálculo del peso del feto mediante ecografía.

El cálculo del peso fetal estimado se realiza mediante la medición del diámetro biparietal, circunferencia cefálica y abdominal así como longitud del fémur; con estas medidas se hace una estimación del posible peso, y por tanto no es un peso real. Más tarde con ese peso vemos a qué percentil corresponde según el sexo del bebé y la semana de embarazo a en la que esté. Si se tiene un percentil <10, es cuando hay un retraso en el crecimiento. El uso de una referencia personalizada de peso fetal puede mejorar la predicción de un neonato de PEG y el resultado perinatal.

Cuando se usan dos mediciones de PFE para estimar la velocidad de crecimiento, deben estar separadas por lo menos dos ó tres semanas para minimizar las tasas de falsos positivos (diagnósticos erróneos) para diagnosticar RCIU.

Cuando el PFE está por debajo del percentil 10, hay evidencia de velocidad de crecimiento reducida, y a estas mujeres se les debe ofrecer una evaluación seriada del peso fetal, así como el estudio Doppler.

 

Estudio doppler:

En una población de alto riesgo, se ha demostrado que el uso de la exploración Doppler de la arteria umbilical reduce la morbilidad y mortalidad perinatal.

Mediante la ecografía doppler hacemos la evaluación del estado hemodinámico del feto, es decir ver cómo está funcionando el sistema vascular del feto; Para ello principalmente evaluamos el flujo a través de la arteria umbilical (cordón umbilical), y a través de la arteria cerebral media (una arteria del cerebro del feto). Se miden varios índices, siendo los más importantes el índice de resistencia y el de pulsatibilidad (IR, IP).

Permite ver el flujo sanguíneo de los vasos del feto, de esta manera se puede saber si el flujo sanguíneo que llega al bebé es correcto, y por lo tanto también si lo son los nutrientes y el oxígeno que recibe el feto.

Se miden varias arterias e índices, siendo las más importantes, las arterias uterinas (maternas), la arteria umbilical, la arteria cerebral media y el índice cerebro-placentario (del feto). Si estos parámetros aparecen alterados podemos ampliar el estudio, estudiando también del ductus venoso e istmo aórtico.

Tras el cálculo del peso y el estudio del doppler clasificamos los fetos en PEG o RCIU, de forma que así decidiremos los controles y la actitud a seguir (que serán explicado en próximas publicaciones)

 

Dr. Carlos Pascual Botía

Nº col: 464623142

Residente

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